En mi búsqueda de significado, indagué en muchas cosas, pero nada me dio resultados. Mi interior clamaba por una respuesta que no llegaba, pero que luego encontré. Nunca anduve sola. Al contrario, siempre estuve rodeada de personas, pero a pesar de eso, me sentía muy vacía.

De hecho, estuve cerca de la muerte en varias ocasiones.

Sentía que había tocado fondo, pero encontré una resiliencia en mí. Supe que no estaba lista para renunciar a mis sueños.

En el corto lapso de tres años, toda mi vida se derrumbó. Debido a problemas de salud, estuve cerca de morir. Además, me enfrenté a un divorcio y al fin de una carrera profesional exitosa en el mundo corporativo.

Todo al mismo tiempo.

Me miraba al espejo y no me reconocía.

¿Te ha ocurrido?

Sin embargo, luego descubrí que la vida es un regalo, que tenemos el privilegio de vivir a pesar de todas las circunstancias que se nos presenten en el camino.

Fue entonces cuando, finalmente, me detuve y me di la oportunidad de cambiar el rumbo de mi vida. Porque entendí que había mucho más por descubrir, ¡se trata de vivir una vida con un propósito!